El hecho ocurrió el pasado martes cuando un ciudadano paraguayo identificado como Domingo Costa, de 58 años, fue hasta la mencionada localidad con su esposa Braulia González y su hijo Cristian, con el objetivo de comprar un auto usado.
Los tres venían desde Gregorio de Laferrere a bordo de un Ford Focus blanco y fueron emboscados por los asaltantes en el lugar de encuentro. La víctima intentó resistirse y fue ahí cuando le dispararon en el rostro.
El hombre falleció en el acto mientras que su hijo sufrió una herida en la pierna izquierda. La mujer, por su parte, resultó ilesa.
Luego de la balacera, los delincuentes huyeron en el auto de las víctimas con la suma de dinero que habían llevado para realizar la compra del vehículo. Los investigadores buscan el paradero de la banda, que se sospecha escapó por el Acceso Oeste, en las cercanías de donde ocurrió el crimen.
En el marco de este terrible asalto, El Diario Sur dialogó con vecinos de la región que manifestaron sus experiencias en cuanto a las estafas virtuales y especialistas que dieron pautas para protegerse de posibles delitos en las plataformas de compra y venta en Internet.
Quiso vender una bicicleta por Mercado Libre y fue estafada con un complejo mecanismo
Jessica Rovasio (32), vecina de Ezeiza, quiso vender una bicicleta de su marido a través de Mercado Libre sin saber que ese acto tan rutinario se iba a convertir en una verdadera pesadilla.
El hecho ocurrió a mediados del año pasado y su madre perdió $40.000 a raíz del “cuento del tío” que les hizo el supuesto comprador de la bicicleta. “El hombre vio el aviso y me dijo que me iba a mandar el importe de la bici antes de venir a buscarla”, contó la mujer que suele vender de forma virtual, ya que realiza artesanías.
“Después de eso me llama el tipo para decirme que su esposa me había depositado por error 150 mil pesos. Yo le dije que a mí en Mercado Pago no me salía nada. Pero él me insistía y me pedía por favor que se lo devuelva”, rememoró Jessica.
“En un momento me dice ahora te paso el depósito que hice por el banco, me mandó un supuesto comprobante de eso. Me pide que le devuelva la plata y después me depositaba nuevamente el importe de la bicicleta”, describió la mujer.
Pero como Jessica seguía insistiendo con que no le había llegado nada a su cuenta de Mercado Pago, el estafador le dijo que se iba a comunicar con ella alguien de esa aplicación financiera. “Este hombre me preguntó si un familiar o yo teníamos una cuenta en el banco”, aseguró la damnificada. “Ahí fue cuando empezó a intervenir mi mamá que era la única cercana que tenía cuenta en el banco”, agregó.
El presunto empleado de Mercado Pago habló con la madre de la víctima y le pidió que le transfiriera el dinero al comprador de la bicicleta para poder saldar la deuda por el depósito equivocado que teóricamente había hecho el otro hombre. “Por suerte mi mamá no tenía en ese momento más de $40.000 y fue lo que le depositó. El tipo me bloqueó y no pudimos hacer más nada”, relató Jessica. “Después me daba vergüenza ir a reclamar”, concluyó.
Hackeo y estafas por Whatsapp: el testimonio de un vecino de Monte Grande
Federico, un vecino de 35 años de la localidad de Monte Grande sufrió algo que ya se ha vuelto común en los últimos tiempos: le hackearon su cuenta de WhatsApp y desde allí los delincuentes comenzaron a enviar mensajes a sus allegados para que les transfirieran plata a una cuenta bancaria porque tenía una urgencia.
“Me llamaron desde un número privado, que tenía el logo de WhatsApp de perfil y me dijeron que mi cuenta estaba en riesgo”, aseguró el damnificado, quien relató que luego de ello la hacker le brindó datos propios como si fuera una empleada de la aplicación de mensajería.
“Después me dijeron que les tenía que pasar el código de verificación que ellos me mandaran. Obviamente no eran ellos los que me los mandaron, sino que yo en la confusión pedí que verificaran la cuenta”, señaló Federico.
La víctima envío a la hacker el código de verificación de la cuenta que había recibido por SMS. Esta información que no se debe compartir con nadie hizo que los delincuentes tuvieran acceso a su cuenta de WhatsApp y le bloquearan el ingreso a Federico.
“A partir de eso les empezaron a mandar mensajes a mis contactos pidiéndoles dinero, lo que tuvieran, porque tenía una urgencia y necesitaba la plata ya. Que se las iba a devolver en unos días”, contó la víctima.
“Cuando me enteré porque un amigo me llamó a mi casa empecé a avisar que ninguno de mis conocidos me pase plata que no era yo”, recordó Federico. Y agregó: “pero algunos ya habían hecho el depósito. Hicimos la denuncia y fuimos al banco, pero la plata los tipos ya la habían sacado de la cuenta, de la que nos había dado la CBU y no se podía hacer más nada”.
Intentaron estafarla conuna falsa deuda de Metrogas
Leila Cabrera (27), una vecina del barrio Santa Lucía de Monte Grande, recibió mensajes de textos, mails y llamadas telefónicas que supuestamente provenían de Metrogas desde octubre de 2020 hasta inicios de este año intimándola por una deuda con la empresa, cuando ella nunca tuvo ese servicio.
“A mí me llegaba que tenía una deuda enorme con Metrogas pero nunca tuve ese servicio. Después de unos meses llamé a la empresa y me dijeron que no atendiera porque era un intento de estafa”, aseguró Cabrera.
Sin embargo, cuando la vecina no contestó más los mensajes y llamados se replicaron en los teléfonos de los familiares de la mujer. “Todavía no sabemos cómo encontraron los datos de todos, fue un rastreo el que hicieron. Por eso nos dio miedo”, aseguró Leila.
“Les mandaron mensajes a mis hermanas, mi marido, mi cuñado, con el que no tenemos demasiado contacto, así hasta que después de un tiempo se cansaron de comunicarse”, resaltó la joven que agregó que todos les reenviaban el texto ya que tenía datos de un supuesto estudio jurídico, lo que generó preocupación en los que los recibieron.
Ahora ya hace varios meses que no recibe mensajes pidiéndole que pague una deuda inexistente aunque la vecina cree que le van a seguir llegando. “Van a insistir hasta que alguien caiga. Desde Metrogas me dijeron que la modalidad es común y que mucha gente cayó en la trampa”.
Los grupos de Telegram, una herramienta para la venta de droga y la prostitución
Con un simple relevamiento de los grupos de la aplicación de mensajería Telegram cercanos a la ubicación del usuario se puede comprobar la existencia de grupos dedicados al narcomenudeo tanto en Monte Grande como en Lomas de Zamora o en cualquier otra ciudad de la región.
Aunque también hay grupos para el encuentro entre solos y solas y otros de ese estilo que no tienen ninguna intención ilegal, en otros bajo un título en apariencia inofensivo se puede encontrar desde venta de droga hasta armas o incluso grupos que promueven la prostitución.
En el caso de la región, la mayor parte de los grupos, que están activos durante todo el día, están relacionados a la compra y venta de marihuana. Allí consumidores y “tranzas” se contactan para concertar una transacción y encontrarse luego para intercambiar la droga por el dinero. Muchos de estos intercambios quedan a la vista de quien se descargue la aplicación Telegram y busque grupos cercanos a su zona.
Uno de los tranzas que participaba de uno de los grupos que se puede observar en la localidad de Monte Grande vendía diferentes clases de flores de marihuana, con precios que van desde los $1.300 a los $2.000, dependiendo de la calidad del producto en cuestión.
También existen otros grupos de Telegram en los que se pueden encontrar drogas más duras. En uno de ellos se puede observar como uno de los usuarios preguntó quién le podía vender cocaína o pasta base y recibió algunas ofertas: uno de los vendedores le ofreció un gramo de cocaína a $12.000. Otro comprador posteaba una foto de una campera deportiva y preguntaba cuánta droga podía conseguir como “permuta”.
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