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Un triunfo laborista británico nunca visto en 100 años. Los laboristas ganan a los conservadores por alrededor de 20 puntos en la suma de las encuestas nacionales de intención de voto del Financial Times. Estas cifras sugieren que el principal partido de oposición del Reino Unido está en camino de ganar una gran mayoría en las elecciones generales del 4 de julio. Ni el actual primer ministro Rishi Sunak podría renovar su banca.
Si las encuestas son correctas, el Partido Laborista podría ganar alrededor de 450 bancas de los 650 escaños de la Cámara de los Comunes. Un éxito que ni siquiera tuvo el laborista Tony Blair en 1997, con su espectacular triunfo en la “cool Britannia”.
Pero son otros tiempos en otra Gran Bretaña, divorciada de Europa y sufriendo económicamente por ello, con un gobierno desprestigiado y obsesionado con los migrantes y principal aliado de Volodimir Zelenski en la guerra en Ucrania.
¿Es que si gana Sir Keir Starmer, el abogado especialista en derechos humanos laborista y ex procurador de la corona, el reino va a regresar a la Unión Europea? Mayoritariamente los británicos están arrepentidos del Brexit y sus resultados. Lo sufren su economía, sus exportaciones, su dinámica financiera.
La “red wall” del norte de Gran Bretaña, históricamente laborista pero que votó al Tory Boris Jonson porque estaban a favor del Brexit, son los primeros desilucionados con su elección. Volverán a votar masivamente al laborismo.
Millones de votantes del nuevo líder laborista Keir Starmer creen que va a deshacer el Brexit, a pesar del plan laborista oficial de abrazar la vida fuera de la Unión Europea. El Brexit es como una palabra prohibida en la campaña Labour.
Starmer, un pro europeo en el referéndum del Brexit, ha pasado años tratando de romper con su pasado pro europeo y su deseo de permanecer en la UE. Insiste en sus promesas de no apoyar la libre circulación en la UE y descarta explícitamente cualquier retorno al mercado único o la unión aduanera. Al menos durante la campaña.
Los votantes los creen «pro Brexit»
Pero a pesar de los mensajes constantes durante los últimos cuatro años, una nueva encuesta realizada para el sitio Político sugiere que muchos votantes simplemente «no han captado el mensaje”.
La investigación, realizada por encuestadores del grupo de expertos More in Common, encontró que sólo el 18 por ciento de los votantes conocen la posición real de Starmer sobre las relaciones UE-Reino Unido. Su fórmula es compleja: fomentar una relación más estrecha con el bloque europeo pero fuera de su mercado único y unión aduanera.
Starmer y su equipo consideraron durante mucho tiempo abandonar el apoyo laborista a la UE. Lo consideraban un imperativo para ganar las próximas elecciones generales. Pero ya hay señales tempranas de que después de las elecciones, se esperaría que un gobierno de Starmer cumpliera con aquellos que quieren una relación más estrecha con la UE.
Las presiones no vendrán sólo del exterior de las estructuras del partido. En una entrevista reciente, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, rompió filas para pedir que se flexibilizaran las normas de inmigración de la UE para los jóvenes. Dijo que «expondría ese caso» al líder de su partido si Sir Keir Starmer se convirtiera en primer ministro.
«Uno de los puntos que le plantearé al nuevo gobierno laborista es cómo la escasez de habilidades y de mano de obra está afectando a nuestra economía», dijo Khan. Argumentó que un nuevo acuerdo sobre visas para jóvenes traería ventajas tanto económicas como culturales al Reino Unido. Según el plan, las personas en el Reino Unido de entre 18 y 30 años tendrían derecho a mudarse a la UE (y viceversa) por hasta cuatro años para cualquier propósito. También pidió el fin de lo que llamó un “juramento de silencio” sobre el Brexit.
El equipo de Starmer también se ha resistido a los llamados a volver a unirse al programa de intercambio universitario Erasmus de la UE, otra víctima del Brexit y un lema de los partidarios de la permanencia. Pero no está claro cuánto tiempo podrá mantenerse esa posición y otras similares.
Diferentes modelos
¿Un acuerdo como con Noruega? ¿Reunirse? ¿Cuáles son las opciones de los laboristas para forjar vínculos más estrechos con Europa?
Starmer y Reeves planean mejorar partes de la relación con la UE. Pero, ¿Qué pasa con convertirse en miembro del mercado único, o incluso volver a ser miembro de pleno derecho?
El problema principal es que frente al tabú de revertir el Brexit, los laboristas se inclinan por el estilo Cherry Picking, (selección de cerezas), a los que la UE se opone fervientemente.
Los planes laboristas de volver a comprometerse con Bruselas, después de ocho años tumultuosos y a menudo amargos desde el referéndum, serán bienvenidos por todos aquellos que han reconocido el Brexit como un acto de autodestrucción. Keir Starmer y Rachel Reeves han presentado propuestas tentativas, que abordan cuestiones discretas en la relación del Reino Unido con la UE.
El Partido Laborista dice que buscará negociar un “acuerdo para evitar controles fronterizos innecesarios”. Eso demora las exportaciones y retiene todo en la frontera.
El acuerdo “podría suponer un aumento del 22,5% en las exportaciones agroalimentarias y un aumento del 5,6% en las importaciones”, concluyeron un grupo de especialistas de la Universidad de Bristol.
Reeves dijo que quiere hablar con la UE sobre un acuerdo «a medida», para que la industria química intente evitar los costos relacionados con el registro de productos en un sistema del Reino Unido.
Un acuerdo de reconocimiento mutuo de cualificaciones profesionales “ayudaría a abrir mercados para los exportadores de servicios del Reino Unido”, dice el manifiesto laborista.
Esto ayudaría a los profesionales con calificaciones del Reino Unido a trabajar en la UE. “Pero sin la libre circulación de mano de obra que surge de estar dentro del mercado único de la UE, hay poco que ganar”, aseguró Anand Menon, director de Reino Unido en una Europa cambiante. «Sin libre circulación, los profesionales o cualquier otra persona seguirá teniendo dificultades para desplazarse por trabajo entre el Reino Unido y la UE», afirmó.
Nada sin libre circulación
La Unión Europea rechazará el plan Brexit de un futuro gobierno laborista, a menos que acepte volver a la libre circulación de bienes y gente, advirtió el ex negociador del bloque.
El francés Michel Barnier insistió en que Bruselas mantendría un bloqueo a los intentos de “seleccionar” sus mercados únicos, sin firmar las obligaciones correspondientes, en una entrevista con The Telegraph.
Su intervención supondrá un duro golpe para los planes de Sir Keir Starmer de aliviar las restricciones comerciales, solo revisando el acuerdo Brexit de Boris Johnson.No le basta ese esquema restrictivo a la UE.
A pesar de querer construir vínculos más estrechos con Bruselas,Starmer insistió en que el Partido Laborista no se reincorporaría al mercado único ni a la unión aduanera ni subscribiría la libertad de movimiento.Sin ellos, el Brexit continuará intacto.
Barnier, quien negoció la separación de Gran Bretaña de la UE y el futuro acuerdo comercial, dijo a The Telegraph que el bloque acogería “con agrado nuevas conversaciones. Pero no suavizaría sus líneas rojas anteriores”.
“Una cosa es decir que podemos revisar la relación entre el Reino Unido y la UE y, con el mismo espíritu, podemos mejorar la relación”, aseguró. “Pero otra cosa es decir que podemos abrir el mercado único. Cualquier gobierno del Reino Unido –el actual o el futuro– conoce las reglas del mercado único. No se puede entrar y salir al mismo tiempo”. “Si hablamos del sector químico, estamos hablando de una especie de selección selectiva. De ninguna manera”, dijo Barnier, en un golpe directo a los planes laboristas.
Sin embargo, dijo que un futuro gobierno laborista podría firmar una serie de nuevos acuerdos de la UE, si estuviera dispuesto a alinearse con las reglas del bloque en esas áreas.
«Puedo hablar de defensa, política exterior, cooperación en África, servicios financieros», dijo Barnier .“Hay muchos sectores en los que podemos completar acuerdos comerciales y abrir nuevas negociaciones entre el Reino Unido y la UE. Los principales están obviamente relacionados con la situación actual en Ucrania y Europa con la guerra, el riesgo de terrorismo.. Creo que debemos hacerlo, es de nuestro interés común abrir una nueva negociación”.
Barnier se mostró más abierto sobre la perspectiva de un acuerdo para reducir los controles a las exportaciones de alimentos británicas. «Creo que hay un margen de maniobra positivo para completar un acuerdo comercial , con un acuerdo veterinario específico, para facilitar los flujos e intercambios en el sector de animales y vegetales», afirmó.
También destacó lo que podría convertirse en un gran desafío para un futuro gobierno laborista, cuando sea necesario celebrar negociaciones sobre el acceso de los pescadores europeos a aguas británicas para 2026 y más allá.
«No olviden que hemos incluido en el tratado comercial Brexit la negociación paralela del acuerdo, para que el Reino Unido acceda al mercado eléctrico de la UE en 2026», dijo. “Hemos puesto claramente estos dos puntos en paralelo: la pesca a un lado, con esta nueva negociación para el acceso recíproco a aguas británicas y europeas, y el acceso de la industria británica al mercado europeo de la electricidad. Este punto ha quedado muy claro desde el primer día” dijo. «Recomiendo a ambas partes que sean razonables al comienzo de esta negociación», sugirió.
Hasta después del 4 de julio, ningún líder laborista será preciso sobre el futuro del Brexit. Las negociaciones serán un próximo capítulo porque el reino lo necesita.
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