un fallo suspende una cautelar que obligaba a reincorporar a trabajadores despedidos que bloquearon la fábrica

El Juzgado Nacional de 1° Instancia del Trabajo Número 69, a cargo del Juez Ignacio Ramonet, suspendió la cautelar que obligaba a la pyme Lácteos Vidal a reincorporar a los trabajadores despedidos por el bloqueo a la planta en julio del año pasado.

Además, suspendió la suba de las astreintes del 400% (de $10.000 a 50.000 por día y por trabajador) como había dispuesto el miércoles pasado.

«Me suspendieron la cautelar. No sufran más, vamos Argentina. Tengo a tantos que agradecer que no puedo. Emoción, esperanza, el bien siempre triunfa. Hay que andar derechito por la vida. Ser honestos con uno mismo y pelear por la justicia hasta el final», escribió Alejandra Bada Vázquez, dueña de la pyme, en su red social luego de conocerse el fallo.

«Las medidas cautelares tienen determinadas características: son provisorias, mutables o variables, en el sentido de que pueden ser revocadas o modificadas siempre que sobrevengan circunstancias que así lo aconsejen. Son accesorias, ya que no que no tienen un fin en sí mismas, sino que se vinculan a un proceso principal y se dictan inaudita parte, más allá de la notificación de su efectivización a la parte contraria», esgrimió el magistrado en su fallo.

A lo que agregó: «Más allá de las cuestiones de fondo, que deberán ser tratadas en el marco de esa acción de amparo, tornan procedente un nuevo análisis de la medida cautelar».

A su vez, el fallo explicó que la situación que refieren respecto de la hostilidad y tensión permanente en el ambiente laboral, es viable ser analiza a fund e resolver el pedido de levantamiento de la medida cautelar.

La medida de fuerza se originó a partir de un reclamo de recategorización y fue escalando hasta llegar al bloqueo de la fábrica e impedir el ingreso de los empleados con «aprietes», según declaraciones de los damnificados en expedientes judiciales. En ese momento, Lácteos Vidal despidió a 26 personas de los cuales, la mayoría acordó finalmente su salida. Pero hubo 8 que continuaron trabajando.

Consultada por Clarín Rural, la empresaria resaltó que esa medida cautelar nunca tendría que haberse puesto. «La reincorporación para empleados sin fueros es un invento. Una empresa privada tiene derecho a contratar y a despedir, entonces este es una medida que fue mal aplicada desde su entrada y le ha hecho mucho daño a la actividad».