Comenzó en Perú el juicio contra Keiko Fujimori por «lavado de dinero» en el caso Odebrecht

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La ex candidata presidencial peruana Keiko Fujimori se sentó en el banquillo este lunes en la apertura del juicio que enfrenta por lavado de activos dentro del escándalo Odebrecht, y por el que podría ser condenada a hasta 30 años de prisión.

Durante los últimos seis años, el equipo especial de fiscales «Lava Jato» investigó a la hija del anciano expresidente Alberto Fujimori, quien fue indultado en diciembre de 2023 cuando cumplía una pena por violaciones de derechos humanos.

Con la presencia de Keiko, el juicio oral se instaló a la mañana temprano en un tribunal de Lima.

«Mi nombre es Keiko Sofía Fujimori Higuchi (…) trabajo como Presidenta del partido Fuerza Popular y gano 14.000 soles mensuales (alrededor de 3.600 dólares)«, dijo la influyente política.

El juicio – en el que están citados unos 1.500 testigos- podría tardar más de un año. El fiscal del caso, José Domingo Pérez, llegó a la audiencia con chaleco antibalas y bajo fuerte resguardo.

La fiscalía peruana concluyó que Fujimori financió sus campañas de 2011 y 2016 con dinero de Odebrecht que no declaró.

Según la acusación, la constructora brasileña le entregó 1,2 millones de dólares a Fujimori dentro del esquema de sobornos que montó alrededor de América Latina a cambio de contratos.

En las afueras de la sede judicial, se congregaron unos 80 simpatizantes al grito de «¡justicia sí, venganza no! Keiko es inocente».

«Venimos a defender la inocencia de nuestra lideresa Keiko Fujimori, este juicio carece de seriedad», dijo a la AFP Sadith López, de 57 años.

La policía intervino para evitar choques con un pequeño grupo de opositores de la dirigente.

En las afueras de la sede judicial, se congregaron unos 80 simpatizantes al grito de "¡justicia sí, venganza no! Keiko es inocente". Foto ReutersEn las afueras de la sede judicial, se congregaron unos 80 simpatizantes al grito de «¡justicia sí, venganza no! Keiko es inocente». Foto Reuters

Un caso que salpicó hacia todos lados

La trama del escándalo de corrupción de Odebrecht en Perú ha salpicado también a cuatro expresidentes del país, entre 2001 y 2016.

De 49 años y líder de Fuerza Popular, el principal partido de derecha de Perú, Fujimori siempre ha proclamado su inocencia. Durante las investigaciones, ha cumplido 16 meses de prisión preventiva.

Keiko Fujimori está imputada por lavado de activos, crimen organizado, obstrucción a la justicia, falsedad y declaración falsa en un procedimiento administrativo.

Aunque para la época estaban permitidos los aportes a las campañas de empresas extranjeras, la fiscalía procesó a la política peruana por no haber declarado el ingreso de dinero de Odebrecht.

La fiscalía pide 30 años y 10 meses de prisión para la tres veces excandidata a la presidencia peruana.

«La actitud de los fiscales ha sido con una intencionalidad política, de afectar mi imagen, porque pidieron suspender el partido Fuerza Popular», sostuvo Fujimori el domingo en una entrevista con el canal N.

En la misma causa hay otros 45 acusados, entre ellos su exesposo, el italoestadounidense Mark Vito Villanella, y exdirigentes de la cúpula del partido fujimorista.

Si es hallada culpable y el juicio concluye antes de 2026, Keiko Fujimori no podrá postular a las elecciones de ese año.

«Este caso no tiene futuro jurídico, va a terminar en una absolución», aseguró Giulliana Loza, abogada de Fujimori.

La defensa alega que el dinero por el que pretenden sancionar a Fujimori es de origen lícito, por lo que «no es lavado de activos», según Loza.

Exjefes de Odebrecht dijeron haber repartido millones de dólares a políticos peruanos, entre ellos Fujimori y cuatro expresidentes: Pedro Pablo Kuczynski (2018-2016), Ollanta Humala (2011-2016), Alan García (1985-1990 y 2006-2011) y Alejandro Toledo (2001-2006).

Cuando iba a ser detenido dentro de las investigaciones, el expresidente García se suicidó con un arma de fuego.

Con instituciones débiles y partidos políticos en crisis, Perú es el país más golpeado por el escándalo de Odebrecht, después de Brasil.

Actualmente el sistema judicial peruano procesa en paralelo a los expresidentes Humala y Toledo.

El fiscal del caso había pedido en 2020 que Fuerza Popular fuese proscrito como partido político, alegando que se trataba de una «organización criminal».

La justicia lo rechazó, lo que le permitió competir en las últimas elecciones generales de 2021 y ganar 24 escaños en el Congreso de un total de 130.

El fujimorismo es la principal fuerza en el fragmentado Congreso, que controla junto a otras agrupaciones de derecha.

El partido de Keiko Fujimori se ha opuesto a los pedidos de la oposición para que la presidenta Dina Boluarte sea sometida a juicios de destitución.

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